el viejo carnaval rioplatense.

Como se desvirtuó el sentido del carnaval,antes una murga era diferente,se bailaba de manera tribal,como exorcizando el verano del año que dejábamos atrás y se aprovechaba para cantar canciones de protesta con temas del momento,con una voz que nacía de la impotencia, de la garganta de tantas penas acumuladas,como una sainete, los danzarines eran como pequeños demonios que venían a alegrar al pueblo con trajes coloridos, mucho ritmo y mucha danza.
El atuendo era con levita,pantalón ,galera,alpargatas y medias cortas,y abajo la remera de algodón, porque se transpira mucho ya que el traje es de raso, y mangas largas,cuanto mas se adornaban mejor,rozaban entre lo absurdo y gracioso,era algo simpático y muy rioplatense, los tambores, redoblantes, el zurdo y los vocalistas eran un grito de libertad popular solo por esas lunas de carnaval,aparecían mágicamente,no se sabia de donde,sabían mantener ese misterio debajo de cada mascara y de cada maquillaje, el antifaz era infaltable,como si escaparan esa noche para poder manifestarse y transformar en alegría todas las penas.
Ahora la cosa cambio,se ve poco baile,poca música,nada de letras,los cantores no se escuchan mas.Se aprovecha para mostrar casi genitalismo fuera del contexto del arte popular y callejero emulando comparsas cariocas.No se junta el pueblo, se junta solo una pequeña parte del el,queen ocasiones aprovechan al distraído observador para sacarle la billetera o iniciar alguna riña del momento.
El espíritu del carnaval se ha perdido y eso da nostalgia.Ya no se ven las bombitas luminosas tradicionales de colores primarios cruzar de vereda en vereda ni las lentejuelas que simbolizaban las luces de la opulencia y el lujo contra el cual se protesta ridiculizadas en algo bizarro pero con mucho amor.
El adoquin se habrá llevado consigo la esencia de la noche del carnaval.
Porque había que pisar el adoquin, sentirlo a través de la alpargata, y sentir como retumbaban los parches en el suelo y acompañaban su paso con las banderas y los estandartes.
Quien de niño no los vio?.Los murguistas eran parte de la fantasía y el reclamo popular.