yo creía, ahora ya no.
pensaba que era obligación tener pareja, cuando era muy joven, como casi toda la gente,con el tiempo uno cambia, todos cambiamos, crecemos, evolucionamos, eso fue en determinado momento de mi vida cuando mi obligación, mi responsabilidad y mi deseso estaba directamene relacionado con la maternidad, y elegi al mejor hombre para tener a mis hijos, al mejor hombre con respecto a mis expectativas, con respecto a mi personalidad, y mi estilo, con otra persona nunca hubiese tenido hijos solo con el.
y no estoy arrepentida, todo lo contrario estoy agradecida a la vida que lo haya cruzado en mi camino, tal vez mi proyecto fue compartir toda una vida y llegar a viejos juntos bajo el mismo techo, y con los mismos sueños, pero eso es imposible porque los proyectos de vida de van dividiendo, los sueños van siendo personales y diferentes, no se si fue su proyecto porque por la mitad a los 40, el tenia esos proyectos con otras personas, con sus amigos, sus compañeros, con cualquiera que no sea yo, total los hijos ya estaban yo yo en su vida solo seria la figurita decorativa, la belleza, la dulzura, le contención que aporta la mujer,la gran anfitriona, la esposa, la madre de los hijos, la que siempre esta en casa, la decoradora de interiores, la enfermera, la psicóloga, la que los atiende como nadie, cocinando, velando por todos, que lo cuidara en sus años viejos. la compañera de la casa, la mujer segura que siempre respondería en la cama,y mis espectativas no eran esas, sino crecer juntos, yo mientras me jugaba todo o nada el solo apostaba la mitad de las fichas. y me costo muchísimo esfuerzo un día dedicir cortar esa relacion, que lógicamente no lo decidí en un día sino en tres años largos,no es nada fácil abandonar una pareja, dejarla, cortar lazos, pensar que si uno lo deja en breve no tardaran dos días que ya estará con otra y ahí aparecen los celos, la miseria personal que todos tenemos y lo desagradables que nos ponemos a la hora de cortar una realcion, porque aveces preferimos quedarnos por posesivos que somos  y sufrir, a tomar grandes decisiones, porque solemos ser desagradables, todos.
 obviamente que el cariño queda, porque hay una juventud compartida, hijos y bienes en común, pero el amor el deseo de pareja se va, o se pierde, se confunde entre las propias mezquindades de cada uno, como me costo tanto aprender a ser sola, aprender a  estar muy bien conmigo misma hoy ese estado no lo cambiaria por nada del mundo, jamas volvería a estar en pareja con alguien, porque en mi vida logre conocer el amor, y hacerlo perdurar a través del tiempo,fueron casi 20 años compartidos entre lagrimas y risas, construcción y destrucción,  y para mi el amor que me da mi gente, mi madre, mis hijos mis amistades, mi familia es maravilloso y lo valoro muchísimo, hasta diria el amor que me da muy a su manera mi ex, porque con el mantenemos una relacion  de amistad, cada uno vive en su casa, y ni uno ni el otro nos molestamos mutuamente, compartimos los problemas comunes de los hijos que todavía están en crianza,cuando los hay los familiares cuando por ejemplo ocurre algo, como paso con la enfermedad y posterior muerte de mi padre, en esos momentos difíciles de la vida el esta, y yo estoy,y por eso digo que el amor también  esta ,solo hemos perdido esa otra parte que es el deseo y los puntos en común, los encuentros, que hacen que una pareja sea duradera a traves del tiempo.el es maratonista, yo no corro ni una cuadra;yo amo el arte, el no, jamas canto una canción, jamas escribió, ni se manifestó, por eso los puntos de encuentro son menos que los desencuentros que para mi son tan importantes, por eso, una vez que logro estar en excelente relación conmigo misma me siento libre, tranquila, relajada y sin conflictos volver a la carga con la inversión emocional que implica vovler a tener una relacion de pareja y todo ese trabajo asfixiante y comprometedor, que implica invertir tiempo, esfuerzo, dinero, implica sacrificar momentos personales, no,  sinceramente no es negocio para mi, me gusta mi libertad que me costo lagrimas y sacrificio, y no la cambio por nada.